domingo, 22 de marzo de 2009

Imagen esoterica del ajedrez

El esoterismo del ajedrez

Quizás la imagen con la que encabezamos este articulo no sea la más apropiada, pero nos ha parecido muy simpática y por lo mismo la incluimos. Vamos a realizar un estudio sobre el esoterismo del ajedrez, este juego tan aburrido para unos como tan divertido e interesante para otros, curiosamente es así como definen a la vida mucha gente...

Iniciaremos por lo más elemental, el tablero. Esta formado por 64 escapes o casillas, siendo de color negras y blancas. Estos dos colores el blanco y negro, vienen a simbolizar la dualidad de la misma vida, por ejemplo, el bien y el mal, lo bueno y lo malo, la luz y las tinieblas al Cristo como máxime exponente de la Luz y a Javhe como más exaltado demonio de las tinieblas.
Cada uno de nuestros actos o decisiones en la vida es comparable a una jugada o movimiento. Si nuestras jugadas son, inteligentes y oportunas el resultado será el éxito. Si por el contrario nuestras jugadas son hechas de mala fe, egoístas e inoportunas, el resultado será el fracaso, con todo lo que con lleva, como por ejemplo, el dolor, la enfermedad, el sufrimiento etc. El tablero esta formado por cuatro lados, es decir los 4 puntos cardinales, Norte, Sur, Este y Oeste; así mismo nos recuerda a las cuatro pruebas de toda iniciación esotérica Agua, Aire, Fuego y Tierra.

Si analizamos kabalisticamente la cantidad de los 64 escapes nos da el número 10, representando a la ley de recurrencia, la retribución, la rueda del Samsara, así como las fuerzas evolutivas e involutivas.

La cantidad de escapes blancos como de negros es de 32 = 5. Que viene a representar a la ley, que gobierna todos nuestros actos, ya sean positivos o negativos. Hablando simbólicamente diríamos que empieza la ley del dharma y la ley del karma a manifestarse.

En lenguaje místico de la luz, cuando debutamos en el tablero de la existencia nos reciben las fuerzas blancas (escapes blancos), o sea los galenos con sus batas blancas, nos dan la bienvenida, como quiera que nada en la Naturaleza esta estático, llega el momento en que por nuestras malas obras o decisiones fracasamos y caemos en el amparo de las fuerzas involutivas... (escapes negros)

Los Peones: Simbolizan a los soldados del Rey, también a las ocho Virtudes de la Madre Divina o Devi Kundalini, que son: 1-Comprensión, 2-Voluntad, 3-Verbo,4-Recto pensar, 5-Recto sentir,6-Recta manera de ganarnos la vida, 7-Paz y 8-Amor. Así mismo representan el arcano ocho del Tarot o sea el Patrón de medidas. La Justicia, cada uno de nosotros luchando contra los contratiempos.

Las Torres: Simbolizan el estado de alerta percepción y de alerta novedad. En los grandes Misterios se le daban al neófito el cincel y el martillo para que fuese puliendo las dos columnas del templo, la blanca y la negra. Los cimientos de las torres en el medioevo eran de piedra símbolo de la energía sexual.

Los Caballos: Representan la osadía y el valor para eliminar el miedo sus movimientos describen la escuadra y el compás, tan importante en los estudios Masones, sus movimientos son en forma de L, que en sistema de numeración romana tiene un valor de 50, descomponiéndolo nos está indicando la Ley en actividad. Simbolizan la fuerza que se va adquiriendo a través del trabajo con la energía sexual transmutada, también la Inteligencia, la amistad, y el triunfo.

Los Alfiles: En las cortes medioevales, se conocían con el nombre de obispos y eran quienes más cerca estaban del Rey alegorizaban los Alfiles, las Lanzas, la Urania Venus de los Griegos. Los alfiles, también podemos relacionarlos con la Lanza y la guadaña, simbolizando de esta manera a la Madre Divina fabricando Cuerpos y desintegrando Defectos.

El Rey: Representa la Sabiduría, nuestro real SER, el Venerable Maestro Interno, la estrella interior que siempre nos ha sonreído.

Todo el juego del Ajedrez, consiste en colocar al rey en una situación tal que no pueda moverse y es entonces y sólo entonces cuando se le da muerte, o Jaque Mate. Sabido es que terminada una partida de Ajedrez, se puede iniciar una u otras, según los acuerdos de los contrincantes, pero el Rey, sigue siendo el Rey y no cambia, así es nuestro Real SER, es lo que ha sido, lo que es y lo que será.

La Reina Dama: No podría faltar en el tablero de la existencia y en el ajedrez, el elemento femenino, el principio universal de la vida, la cual resplandece en toda obra, Dios mismo, es el Rey desdoblado en Mujer, el Eterno Amor que fluye y refluye en todo lo creado, desde niños añoramos sus ternuras porque ella es la otra mitad de nuestro SER y viceversa.

Sin la Dama en una partida de Ajedrez, nos sentimos sin el poder supremo, estamos perdidos.
Si hacemos un Estudio Trascendental de las diferentes culturas, vemos como detrás de la gloria de los Grandes Hombres Ilustres, siempre ha estado la Mujer, como la Sacerdotisa de TEBAS, en medio de antorchas habló a las multitudes, como Sacerdotisa de los templos de Misterios. Reinó en Egipto, como vestal de Delfos, bajo el nombre de Pitoniza; un Gran Maestro dijo: el Sumun de la Belleza es la Mujer, la Naturaleza, la Música, las Flores, un paisaje, un niño nos conmueve, pero la Mujer, no sólo nos conmueve sino que nos atrae, nos inspira y nos provoca.
La libertad de los movimientos de la Dama, en un tablero de Ajedrez, es formidable, los valores fundamentales del Ajedrez son el Tiempo, o sea la Rapidez para realizar los planes, espacio, dominio del mayor número de defectos si los proyectamos de jugada en el ajedrez son bien hechos y con fuerza suficiente, si el desarrollo y las circunstancias han sido maravillosas, el resultado será la Victoria.

En la vida el hombre se enfrenta con innumerables problemas, cada persona necesita saber cómo resolver cada uno de estos problemas; inteligentemente, todo ajedrecista sabe que toda solución está en el problema mismo, siempre que haya tranquilidad y equilibrios perfectos entre la mente, la emoción y el centro motor.

En el mundo existe una enorme masa de personas a quienes se les ha proporcionado todos los elementos para triunfar en la vida, pero carecen de hábitos y de capacidad de o para razonar lógicamente, porque podemos asegurar que todos los seres humanos somos fichas de ajedrez en el tablero de la vida; y sobre nosotros están seres Superiores, que unas veces dan apoyo a las fichas negras y otras a las blancas.

Cada uno de nosotros en estos momentos, está volviendo a repetir la misma partida de su vida anterior, más las consecuencias, buenas o malas, bajo los efectos de la Ley de Recurrencia. Jugadores Inconscientes que no hemos aprendido a jugar inteligentemente y que nuestro destino no lo decide un solo propósito, sino miles y miles de agregados psicológicos.

Todos los seres humanos sin una enseñanza superior, somos como una partida de Ajedrez sin Peones, cortos de inteligencia y con muchas limitaciones que ignoramos que dentro de nosotros existen terribles posibilidades que debidamente desarrolladas nos llevarían a la Victoria final.

Nos invita pues, la Gnosis mediante el juego de la vida, a ser verdaderos jugadores inteligentes y conscientes, como también para mover dentro de nosotros a las fuerzas superiores innatas, que harán de nosotros Hombres reales y verdaderos.

Así mismo el Rey y la Reina. Simbolizan al hombre y a la mujer, trabajando en la obra del Padre...

Y para los amantes del ajedrez les mostramos a continuación el origen de este singular juego: El ajedrez tiene su origen en la India, más concretamente en el Valle del Indo, y data del siglo VI d.C. Originalmente conocido como Chaturanga, o juego del ejército, se difundió rápidamente por las rutas comerciales, llegó a Persia, y desde allí al Imperio bizantino, extendiéndose posteriormente por toda Asia.

La mayoría de los historiadores coinciden en ubicar el origen del ajedrez en la India en el siglo VII. El mundo árabe, adoptó el ajedrez con un entusiasmo sin igual: estudiaron y analizaron en profundidad los mecanismos del juego, escribieron numerosos tratados sobre ajedrez y desarrollaron el sistema de notación algebraica.

El juego llegó a Europa entre los años 700 y 900, a través de la conquista de España por el Islam, aunque también lo practicaban los vikingos y los Cruzados que regresaban de Tierra Santa. En las excavaciones de una sepultura vikinga hallada en la costa sur de Bretaña se encontró un juego de ajedrez, y en la región francesa de los Vosgos se descubrieron unas piezas del siglo X, de origen escandinavo, que respondían al modelo árabe tradicional. Durante la edad media España e Italia eran los países donde más se practicaba. Se jugaba de acuerdo con las normas árabes (descritas en diversos tratados de los que fue traductor y adaptador Alfonso X el Sabio), según las cuales la reina y el alfil son piezas relativamente débiles, que sólo pueden avanzar de casilla en casilla.

La era moderna del Ajedrez, sin embargo, puede ser ubicada en el siglo XV, donde las piezas obtuvieron la forma que tienen actualmente. El primer analista serio del juego fue el español Ruy López de Segura (Siglo XVI), quien en 1561 describió las reglas que aún se usan. El primer reglamento impreso fue publicado por Francois Philidor con el titulo Analyse du jue des echecs (1749), que fue traducido a muchos lenguajes y ayudo a la difusión del juego.

La Leyenda de los granos de Trigo

Existe una leyenda que dice que hace mucho tiempo existió un rey que era muy bueno, pero una vez luchando contra un reino enemigo perdió a su hijo en una batalla, y por tal motivo se puso muy triste y se aisló en su castillo reviviendo una y otra vez la batalla donde murió su hijo, recreándola de muchas formas, y en ninguna podía salvar a su hijo y a su reino al mismo tiempo. Un joven que sabia el dolor que el rey sentía pidió una entrevista con el, luego de muchos intentos logro que el rey le diera la entrevista, el joven mostró al rey el juego del ajedrez y le enseño su similitud con una batalla real. El rey que era un gran amante de los planes de guerra no tardo mucho tiempo en entender el juego, el joven le enseño al rey como era de importante sacrificar alguna pieza para lograr el partido (haciéndole ver que el sacrificio que su hijo había hecho fue lo mejor para el reino). El rey comprendió su error y acepto la muerte de su hijo, y le dijo al joven que le daría la recompensa que el pidiese, el joven le pidió la siguiente recompensa por la primera casilla del tablero quiero un grano de trigo, por la segunda casilla quiero 2 granos de trigo, por la tercera casilla quiero 4 granos de trigo, por la cuarta casilla quiero 8 granos de trigos y así sucesivamente por las demás casillas, el rey ordeno que entregaran la recompensa inmediatamente y agrego que era un pedido muy poco digno de su generosidad, los sabios del rey al tratar de encontrar el numero que correspondía a la cantidad de granos de trigo se dieron cuenta que era un numero muy grande de imaginar en esos días. Así fue como el rey aprendió otra lección a ser prudente y le pidió al joven se quedara en el castillo y trabajara como uno de sus asesores...

Otra versión de la leyenda

Algunas referencias citan al joven que ayudó al rey como el bramán Susa o Sissa (Susa Ben Dahir el Hidi, según los mejor informados). Luego de lograr la fascinación del rey por tan noble invento, el sabio bramán aprovechó la oportunidad para darle una lección al soberano y pidió "solamente" un grano de trigo por la promera casilla del tablero, dos por la segunda, cuatro por la tercera y así sucesivamente. Por su puesto el rey accedió de inmediato a tan "modesta" petición. Pero, efectuados los cálculos correspondientes, recibió una mayúscula sorpresa : No podía pagar la recompensa prometida puesto que la cantidad de granos a entregar equivalía a cosechar toda la superficie terrestre cultivable (conocida en el día de hoy!) durante más de 10 años !!Casi todos los que relatan esta leyenda coinciden en el total exacto: 18.446.744.073.709.551.615 (dieciocho trillones, cuatrocientos cuarenta y seis mil setecientos cuarenta y cuatro billones, setenta y tres mil setecientos nueve millones, quinientos cincuenta y un mil seiscientos quince), lo cual se puede confirmar con un buen procesador matemático.

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